Revisar el coche es esencial. Sus componentes se van degradando con el uso y el paso del tiempo, pero cada uno lo hace a un ritmo diferente y no todos tienen la misma relevancia. ¿Qué elemento del vehículo es importante revisar con más frecuencia? Ten en cuenta las que encontrarás a continuación.
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Lo que una revisión de vehículo no se puede olvidar
Como bien sabes, un vehículo está compuesto de numerosas partes que actúan coordinadas para que puedas desplazarte. Desde las ruedas hasta el motor, cada una tiene un papel que cumplir y es necesario que estén en las mejores condiciones. Así, disfrutarás de una conducción suave y libre de cualquier sobresalto.
Los neumáticos
Se trata de un componente crítico para cualquier vehículo, ya que es el único punto de contacto con la carretera. Pero su función va más allá de permitir tu desplazamiento. Los neumáticos influyen en la seguridad, el confort y el rendimiento del coche, por poner algunos ejemplos. Si están en las mejores condiciones, disfrutas de una buena adherencia, frenas antes y optimizas el consumo de combustible.
Por tanto, la revisión de los neumáticos es fundamental para asegurar que tu coche funciona como debería. Es importante comprobar la profundidad del dibujo, la presión de inflado y examinar posibles daños, como cortes o desgastes. Además, ten en cuenta que factores como el clima, el estilo de conducción o la carga del vehículo acortan o alargan la vida útil de las ruedas.
Amortiguadores
Es otro elemento de gran relevancia, dado que cumple un papel clave en la seguridad, el confort y el comportamiento de un coche. Pese a que suelen pasar desapercibidos, cumplen con funciones esenciales, como absorber las irregularidades del terreno, mantener las ruedas en contacto con la carretera o controlar los movimientos de la suspensión.
Si los amortiguadores están en mal estado, el control de tu vehículo quedará muy afectado. La distancia de frenado aumenta y la precisión al tomar las curvas es menor. Al mismo tiempo, su desgaste es difícil de percibir al producirse de manera gradual. Así que, para evitarte sustos en carretera, haz una revisión periódica.
Filtros
Existen multitud de filtros en un vehículo, como es el caso de los usados en el sistema de aire acondicionado o para el aceite. Si están en mal estado, el funcionamiento del motor u otros componentes críticos se resentirá. Esto se debe a que su función es retener impurezas y proteger los sistemas del desgaste prematuro.
Para que veas su importancia, ten en cuenta el filtro del aceite. Este se encarga de eliminar partículas metálicas y residuos del lubricante que circulan por el motor. Si se obstruye, es probable que se produzca una mala lubricación, lo que terminará por dañar los componentes internos del motor. Dada su relevancia, es necesario revisarlo y sustituirlo de forma periódica, siempre siguiendo las indicaciones del fabricante.
El aceite
Aunque no es una pieza, sí que es un elemento esencial para el buen funcionamiento de cualquier vehículo. Su papel consiste en proteger y mantener en óptimas condiciones los componentes internos del motor. Actúa como lubricante, disminuye la fricción entre piezas metálicas, disipa el calor y ayuda a limpiar el sistema al arrastrar partículas y residuos hacia el filtro de aceite.
En cuanto a su revisión, se recomienda que se realice entre los 5000 y los 10 000 kilómetros, pero cada fabricante da unas indicaciones propias. Si no le prestas atención, terminarás por reducir la vida útil del motor, es decir, del vehículo. Al fin y al cabo, si no está en las mejores condiciones posibles, acabarás tirado en la carretera.
Los frenos
El sistema de frenos está compuesto por diversos elementos como pastillas, discos, pinzas, líquido de frenos y, en algunos casos, sistemas electrónicos de asistencia como el ABS o el ESP. Todos estos componentes trabajan en conjunto para transformar la energía cinética del vehículo en calor mediante fricción, lo que te permite desacelerar. El desgaste de cualquiera de estas piezas puede comprometer seriamente el rendimiento de las demás.
La revisión de los frenos es fundamental para tu seguridad, ya que te ayudan a evitar situaciones peligrosas. Las pastillas, por ejemplo, deben comprobarse con mucha regularidad porque se desgastan de manera constante. Cuanto peor es su estado, menos capacidad de frenado ofrecen. Si ellas fallan, todo el sistema lo hará, lo que te expondrá a un mayor riesgo de sufrir un accidente.
¿Qué revisan en la inspección técnica vehicular o ITV?

Entre los elementos que se revisan, puedes encontrar los siguientes:
- El sistema de frenado.
- La suspensión.
- La dirección.
- Los neumáticos.
- Los amortiguadores.
Se pone especial énfasis en aquellos elementos que son fundamentales para el control y la estabilidad del vehículo. Además, se comprueba el correcto funcionamiento de las luces, señalización, limpiaparabrisas, claxon, cinturones de seguridad, el estado de la carrocería, los retrovisores y la matrícula.
Un vehículo consume mucho carburante, ¿qué se debe revisar?
Lo primero que se debe comprobar es el filtro de aire, ya que si está obstruido impide una correcta mezcla de aire y combustible, lo que fuerza al motor a trabajar con mayor esfuerzo. También es importante revisar las bujías, pues un encendido ineficiente reduce el rendimiento y aumenta el consumo. En los vehículos diésel, deben revisarse los inyectores y el sistema de admisión.
Como has podido ver, existen numerosas piezas a las que prestar atención. Procura realizar una revisión periódica en profundidad para evitar sustos. Y en caso de que existan daños, haz los cambios necesarios. Así, mantendrás una buena seguridad en carretera en todo momento y podrás disfrutar de tu coche más tiempo.