¿Por qué es tan importante limpiar bien el habitáculo del coche periódicamente? El verano es un momento estratégico para realizar esta tarea, por eso en este post vamos a explicarte qué pasos y recomendaciones conviene seguir.
Tabla de contenidos
Quién debe limpiar el habitáculo del coche
Como sabes, la limpieza a fondo del coche debe llevarse a cabo durante todo el año. El óptimo estado del habitáculo aporta comodidad, bienestar y un punto de seguridad, ya que el conductor está más concentrado si se siente a gusto.
Cuando vamos a pasar mucho tiempo en el coche, el confort al viajar se convierte en un factor fundamental. Por este motivo, el verano es muy buen momento para efectuar una limpieza a fondo del interior del vehículo. Dado que realizamos viajes más largos y continuados, en estas fechas siempre es oportuno llevar a cabo esta tarea.
La cuestión es quién debe encargarse de esta labor. Existen diferentes alternativas y todas son válidas si se hacen bien. Toma nota:
- El conductor o el propietario. Aunque a menudo coinciden ambas figuras, suelen ser los responsables del estado del automóvil. Ahora bien, no basta con querer, hay que saber hacerlo y dedicar el tiempo necesario.
- Todos los usuarios. Efectuar esta tarea en familia siempre es una buena opción. El trabajo en equipo ayuda a minimizar el esfuerzo y convierte la faena en una oportunidad de cohesión y, por qué no, de buen rollo.
- Profesionales especializados. Existen empresas cualificadas que prestan este servicio. Sale más caro, por supuesto, pero a cambio evitas sudores, esfuerzos y dudas. El resultado es impecable y encuentras el interior de tu coche casi como nuevo.
Guía práctica para limpiar el interior del coche
Tanto si has decidido limpiar tú solo el habitáculo como hacerlo en grupo, es fundamental tener claro los pasos que se han de seguir y los productos que se deben emplear. A continuación, te guiamos en esta labor para que obtengas los mejores resultados.
¿Por dónde empezar?
El punto de partida es siempre vaciar el automóvil por completo. Saca las alfombrillas, vacía el cenicero, retira los residuos (botellines sin agua, papeles, juguetes…), los bolsillos de los asientos, etc. Limpia o sacude estos elementos fuera del automóvil y tira lo que no proceda.
A continuación, pasa el aspirador a fondo. Puedes utilizar un modelo portátil específico para coche. Si careces de él, emplea el aspirador de tu casa. La tercera alternativa es usar los equipos disponibles en los centros de lavado y las gasolineras.
En cuanto termines esta parte, ya percibirás un puntito de limpieza reconocible. Pero acabas de empezar, todavía queda mucho.
Céntrate en el salpicadero
Utiliza un producto comprado o una mezcla de agua jabonosa con un poco de amoniaco. Tras aplicarlo, frota con una bayeta que no deje fibras. Cuando termines con el frontal, esmérate en los rincones y los laterales.
Además, recuerda limpiar el volante, el interior de las puertas, sus compartimentos y la zona posterior de los asientos.
Cómo mejorar el ambiente
Comprar un ambientador está muy bien, pero no es suficiente. Tienes que tratar los conductos de aire y, para ello, lo mejor es contar con un pequeño compresor portátil. Apunta con él hacia las rejillas de ventilación. En ellas se adhiere el polvo y la suciedad que, por culpa de la humedad, acaban generando hedores. Si lo tiene, también puedes reemplazar el filtro de aire o sacarlo, soplar la suciedad hacia el exterior y volver a colocarlo.
Limpia la tapicería
Es inevitable, los asientos sufren infinidad de roces y están expuestos permanentemente a la suciedad y el contacto. Ten presente, sobre todo, de qué material es tu tapicería y adquiere los productos adecuados para su tratamiento.
Si limpias el habitáculo del coche con frecuencia, solo tendrás que repasar la tapicería si ves alguna mancha. Puedes usar un pulverizador de tienda y un cepillo para frotar. También es buena opción emplear un limpiador para el hogar, más barato y práctico. Otra alternativa es mezclar agua y amoniaco (un par de tapones en un litro de agua). Frota en la dirección de las fibras y abre las ventanas hasta que se seque.
Si te encuentras con manchas especialmente difíciles, estos trucos prácticos te vendrán muy bien. Aquí van tres de ellos:
- Vómito. Mezcla vinagre con agua a partes iguales, empapa bien el manchurrón y deja que actúe unos cuantos minutos. Para quitar el olor, cubre después la mancha y su entorno con bicarbonato de sodio. Aguarda media hora y retíralo. Si permanece un lamparón blancuzco, pásale un paño empapado en agua.
- Grasa. Empieza raspando la mancha o aplicando un papel absorbente. Coloca un montoncito con bicarbonato encima y espera diez minutos. Después, dale con el cepillo o el aspirador y, posteriormente, aplica un paño mojado.
- Orina. Usar un limpiador enzimático específico, disponible en muchos comercios, es lo más recomendable. Si prefieres emplear un producto casero, mezcla medio vaso de detergente para ropa, un cuarto de vaso de vinagre y un vaso de agua. Aplícalo a fondo con una esponja, déjalo reposar y enjuaga con un paño mojado. No olvides cambiar el agua siempre que sea preciso.
Es hora de las alfombrillas
¿Recuerdas que las habíamos sacado fuera del coche al principio? Es el momento de limpiarlas. Para empezar, sacúdelas con fuerza para quitarles el polvo. Después, pásales el aspirador. A continuación, utiliza un cepillo y el producto con el que limpiaste el salpicadero para el proceso final. Espera a que estén secas para colocarlas.
El toque final
El confort al viajar aumenta exponencialmente cuando el interior del coche reluce y se encuentra super limpio. Para terminar esta limpieza a fondo del coche, céntrate en el aroma. La vía habitual es colocar un buen ambientador comercial. Si lo prefieres, puedes poner unos granos de café o de lavanda en el cenicero. ¡Es así de simple!
Por cierto, si tienes que tasar tu vehículo porque deseas venderlo, haber realizado limpiezas periódicas del habitáculo del coche eleva su valor. En Compramos tu Siniestro somos especialistas en estas gestiones y transacciones. ¡Contacta con nosotros!